Tuesday, November 20, 2007
La competición
Nos juntábamos los domingos por la tarde y competíamos para ver quien tenía más piedras en su camino. Exponíamos, por turnos, muy ordenadamente, sincronizando problemas con un café con leche que alargábamos durante más de una hora (porque no teníamos dinero, y no conocíamos el “venga, otra ronda”). Nos guardábamos de dar consejos porque, ya se sabe, las personas nada damos con tanta gratuidad como un consejo. Al final de cada reunión escogíamos, por votación popular, quién de los cinco era “el más desgraciado de la semana”, y el galardonado recibía el privilegio de tomarse el café gratis.
Y semana tras semana competíamos, echando nuestras penas al ruedo como si fueran gallos de pelea alimentados con esmero, para llegar siempre a la conclusión de que las chinchetas, con un vasito de agua, pasan mejor.
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1 comment:
No es per res, pero mira el primer coment de la darrera entrada meva, jajajaj. Qui ho ha posat? xD
(k)
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